martes, 14 de diciembre de 2010

SEMANA TERCERA DE DICIEMBRE. PADRES DE 3º. Sesión 29.

En esta tercera semana de diciembre, se trataría de enseñar a los niños una oración matutina mediante la que ofrezcan a Dios todas las obras que realicen en el día.

En este enlace encontraréis varias razones para enseñarles a los niños a rezar todas las mañanas y para que incorporen esa costumbre en sus vidas: el ofrecimiento de obras.

Y en este otro te sugerimos un truco para que se acuerden de rezarlo todas las mañanas: el truco de la zapatilla.

En el Catecismo de la Conferencia Episcopal Española se propone esta oración:

Comienza el día, Señor, Dios nuestro; 
Te suplicamos que tu amor llene nuestros corazones
para que nos ayudemos unos a otros.
Ý que todo lo que hoy hagamos sea una ofrenda a Ti.

 Sin embargo, puedes enseñarle también otras, como por ejemplo un ofrecimiento de obras muy difundido: Oh Señora mía, oh Madre mía...


La síntesis final para la sesión 29 de Jesús es el Señor es ésta:


EL ESPÍRITU SANTO NOS DA FUERZA PARA SER TESTIGOS DE JESÚS EN EL MUNDO.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Tercera Semana de diciembre: Padres. 6ª sesión

Estamos a unos pocos días de las fiestas de Navidad. Las ciudades se engalanan y llenan de luces, sin embargo no siempre se logra descubrir el sentido de estas fiestas. Quizá se pueden aprovechar los distintos símbolos y experiencias de estos días para enseñar a los hijos a descubrir y valorar ese sentido cristiano: Belén es un verdadera cátedra desde la que el Niño Dios imparte muchas e importantes lecciones.

La síntesis final de la 6ª sesión de Jesús es el Señor es ésta:

LA ALIANZA DE DIOS CON LOS HOMBRES DURARÁ SIEMPRE

Quizá se puede mostrar que en Jesucristo la eternidad de la Alianza es patente. Al haber asumido la naturaleza humana, en la persona de Cristo están unidas para siempre la Humanidad y la Divinidad. Dios encarnado es el mejor testimonio de la fidelidad de Dios a la Alianza así como de su perdurabilidad.

Crecemos en la vida de la fe: sesión 29 de "Jesús es el Señor"

El nombre de JESÚS significa: Dios salva.

El nombre de CRISTO significa el ungido. En la lengua de Jesús, el hebreo, esta palabra se decía así: Mesías. El Mesías, el Cristo, el Ungido es Jesús. Y por eso le llamamos también Jesucristo.

Ungir es untar con aceite. Para los antiguos el aceite tenía muchas utilidades:
El aceite se usaba para elaborar el pan

El aceite sirve para iluminar

Es un alimento sano
El aceite se usa para perfumar

El aceite es también medicina para el cuerpo
Los guerreros ungían sus cuerpos con aceite
















El aceite servia para la alimentación, condimentando muchos alimentos y usándose también para la elaboración del pan.

Servía para la iluminación de las casas y de las calles, cuando llegaba la noche y en general cuando reinaba la oscuridad.

Servía también para la medicina, pues algunas enfermedades del cuerpo se curaban mediante la unción de aceites o ungüentos.

Era muy preciado el aceite al que se añadían otras sustancias olorosas. Se conseguía así un perfume muy preciado para todo tipo de usos.


Los reyes y los sacerdotes solían emplear estos perfumes para conseguir un ambiente agradable al olfato. Los sacerdotes ungían los objetos de culto, pensando que eso sería agradable a Dios.

Los guerreros ungían sus cuerpos para ir a la guerra. Ese óleo les daba sensación de fuerza, pero sobre todo hacía que sus miembros fueran resbaladizos y eso era útil en el combate cuerpo a cuerpo.

El aceite producía una agradable sensación de alivio al tacto y al olfato.

Por todos esos motivos, los antiguos comenzaron a utilizar el óleo perfumado para ungir a los reyes, a los sacerdotes y a los profetas. Esa unción significaba que Dios estaría con ellos en el cumplimiento de su misión. El rey reinaría con el poder de Dios. El profeta hablaría la palabra de Dios. El sacerdote santificaría con la gracia de Dios.

Dios prometió que el Salvador sería el Mesías, es decir, un Rey descendiente de David, un Profeta que nos enseñaría el camino del Cielo y el Sumo Sacerdote de la Nueva Alianza. Jesús debería ser ungido por el Espíritu Santo y esa unción debería extenderse por todo su cuerpo, que es la Iglesia. Por eso los cristianos somos ungidos al recibir varios Sacramentos de la Iglesia: el Bautismo, la Unción de los Enfermos, el Sacerdocio y muy especialmente en el Sacramento de la Confirmación.

El Sacramento de la Confirmación nos confiere el mismo Espíritu de Cristo. Eso quiere decir que también nosotros somos OTROS CRISTOS, EL MISMO CRISTO. No sólo somos cristianos, sino que Cristo vive en nosotros por medio de sus Sacramentos. Este Sacramento es el segundo de los Sacramentos de la Iniciación cristiana, aunque por lo general se recibe después de la Eucaristía cuando se llega a la edad de la adolescencia.

El Obispo unge la frente del confirmando
Cuando un cristiano es confirmado al recibir el Sacramento de la Confirmación, el Espíritu Santo está en él de una manera nueva: este cristiano está preparado para ser luz del mundo -como una lámpara para guiar a los demás en el camino del cielo-; para ser testigo de Cristo y vencer las batallas de la fe -pues es un soldado de Cristo-; para ser el consuelo de Cristo para todas las personas que sufren, así como el aceite sana las enfermedades y alivia el dolor de las heridas; para ser el "buen olor de Cristo" mediante las buenas obras en un mundo en el que con frecuencia no se puede respirar por el hedor del pecado.



EJERCICIO PRÁCTICO Y SENCILLO

Ir a la cocina y traer un platito con unas gotas de aceite de oliva. Basta sólo unas gotitas. Después de haber explicado los distintos usos del aceite y su significado en el Sacramento, escoger a uno de los alumnos -el que se haya portado mejor- y untarle la cara con aceite. Su rostro se volverá resplandeciente: así hacen los actores en el teatro y en el cine, para salir a la escena y en la pantalla. 

FÓRMULAS DE LA FE


47. ¿Qué es el cielo?

El Cielo es la felicidad de la que gozan los hombres que están ya con Dios para siempre.

48. ¿Qué es el infierno?

El Infierno es el sufrimiento de los hombres que, después de la muerte, están separados de Dios para siempre. 



domingo, 12 de diciembre de 2010

Dios Padre nunca nos abandona: sesión 6ª de Jesús es el Señor

Ya explicamos en la anterior sesión que el pecado de Adán y Eva fue muy grave porque desobedecieron a Dios. Y Dios fue expulsado del Paraíso. Y el mundo se convirtió en un lugar triste y frío. Había sido un jardín maravilloso, pero ahora había entrada el mal en el mundo. El pecado era algo así como la mala hierba, una verdadera plaga que se extendía por la Tierra.

En el mundo hay:
Guerras y destrucción


Enfermedades





Hambre en muchas partes del mundo



Terremotos y desastres naturales

Violencia doméstica
¿Quién es el culpable de todo este mal? Hay personas que te intentarán engañar, diciéndote que el causante de todo este mal es Dios: si Dios fuese realmente bueno -te dirán- no habría nunca permitido que pasasen estas desgracias. Si Dios fuese bueno todas las cosas serían buenas.

Otros te dirán que Dios quiere todas estas desgracias porque mediante ellas nos castiga por nuestros pecados. Como somos pecadores -te dirán estos- Dios nos castiga y nos envía todos estos males, pero lo hace por nuestro bien.

No les escuches ni a unos ni a otros. Dios es bueno, "lento a la ira y rico en misericordia". Él nunca quiere el mal. Sin embargo, lo permite. ¿Por qué lo permite? Porque Dios nos ha hecho libres y respeta nuestra libertad. Así, cuando Adán y Eva le expulsaron del paraíso, Dios se fue porque respetó su libertad. Dios siempre respeta la libertad de los hombres. Siempre. Siempre. Que te quede esto claro. Dios nos ama y respeta siempre la libertad de sus hijos.

Dios Padre nos quiere tanto que ha enviado a su Hijo: tanto amó Dios al mundo que envió a su Hijo para que todo el que crea en Él se salve.

A Adán y a Eva les prometió que les enviaría un Salvador. Luego, a lo largo de los siglos Dios ha hablado a los Patriarcas y a los Profetas y les ha ido diciendo todo lo que necesitaban para la salvación. También a ellos les prometió la llegada del Mesías, Jesucristo.

Cuando el pueblo estaba en Egipto, esclavizado por el Faraón, Dios envió a Moisés para que lo sacara de allí y lo llevara por el desierto hasta la Tierra Prometida, al otro lado del Mar Rojo y del río Jordán. Esto es figura de lo que debe de hacer Jesús con nosotros. Nos libra del pecado y nos lleva hacia el Cielo.

La serpiente de bronce
Cuando el pueblo de Israel cruzaba el desierto protestaron contra Dios porque echaban de menos las comidas y comodidades de Egipto. Entraron en una zona que estaba infestada de serpientes venenosas y, como es lógico, muchos fueron mordidos por ellas. El Pueblo pensó que era Dios quien las había puesto allí para castigarles por sus lamentos y su falta de fe. En realidad, es más lógico pensar que las serpientes estaban allí, en el desierto, porque ése es su hábitat natural. El pueblo acudió a Moisés para que intercediera por él ante Dios. Y Dios escuchó a Moisés:

"Hazte una serpiente abrasadora y ponla sobre un mástil. Todo el que haya sido mordido y la mire, vivirá". (Nm 21, 8).

Hubiera sido quizá más fácil que Dios quitara de en medio las serpientes. Hubiera sido más fácil, pero no nos hubiera enseñado una lección muy importante. La serpiente de bronce es figura de la Cruz de Cristo. Cuando nosotros sufrimos las consecuencias de nuestros pecados y sentimos las tentaciones del diablo y las seducciones del mundo, bastará que miremos a Cristo en la Cruz y que invoquemos su protección. Nuestra salvación está en la fe en Jesucristo. Él no nos abandona nunca. Es el mejor amigo: ha dado su vida por nosotros, llegando a morir crucificado para la remisión de nuestros pecados.

Jesús nos explicó la parábola de la oveja perdida. Dios no abandona nunca a nadie y quiere que todos los hombres se salven. Así Jesús fue enviado por el Padre a buscar a los pecadores, como un pastor va a buscar a las ovejas que se han perdido por el monte. Y Jesús nos envía a nosotros para que amemos a nuestros hermanos los hombres y busquemos siempre su bien: rezando unos por otros y dándonos buenos consejos.

Nunca estamos solos. Un cristiano sabe que estando en gracia de Dios -es decir, siendo amigo de Dios y  evitando el pecado- Dios está en su corazón y, con Él, estamos unidos en comunión a todos los Santos y a los Ángeles, especialmente a santa María y a san José, los padres de Jesús.

FÓRMULAS DE LA FE


5. ¿Cómo aprendemos a vivir como cristianos?


Aprendemos a vivir como cristianos escuchando la Palabra de Dios, celebrando la Eucaristía y amándonos como Jesús nos enseñó.


6. ¿Dónde aprendemos a vivir como cristianos?


Aprendemos a vivir como cristianos unidos a toda la Iglesia, en la familia y en la catequesis, donde nos enseñan a conocer, amar e imitar a Jesús.

martes, 30 de noviembre de 2010

Nacemos a la Vida nueva. 28 sesión de Jesús es el Señor.

Hay dos modos principales de realizar el Bautismo y en cada uno de ellos se expresa especialmente alguno de los significados de este Sacramento.

El BAUTISMO COMO LAVADO o ASPERSIÓN

El Bautismo como lavado. El Sacerdote  vierte el agua sobre la cabeza del niño tres veces, diciendo: "Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo". 

El agua sirve para lavar las manchas. En este caso, el agua bautismal sirve para lavar la mancha del pecado original con el que todos los hombres y mujeres venimos al mundo. El alma de los bautizados queda totalmente limpia del pecado. Si el bautizado es un niño, entonces sólo se lava el pecado original. Si el bautizado es mayor, se lavan el pecado original y todos los pecados personales que haya realizado. 

Este es el modo normal de bautizar en la Iglesia Católica desde hace muchos siglos. 

EL BAUTISMO POR INMERSIÓN

Ésta es la forma original de bautizar, puesto que bautismo significa sumergir. En este gesto, más que el lavado, los cristianos reconocemos un símbolo perfecto de la muerte y resurrección de Cristo. Jesús mismo fue bautizado en el río Jordán a la edad de 30 años. Y lo hizo no porque necesitara ser bautizado, sino para que nosotros pudiéramos recibir un bautismo como el suyo.

Jesús se encontró con su primo, Juan Bautista, y entró con él en el río para que le bautizara. Una vez dentro del río, Jesús se sumergió dentro de las aguas durante unos instantes y volvió a emerger. Justo en ese momento, cuando su cuerpo salió del agua, se oyó una voz del Cielo que decía: "Este es mi hijo predilecto".

En la Iglesia Católica se puede también bautizar por inmersión a los creyentes. Algunos movimientos católicos, como los neocatecumenales o los carismáticos, bautizan siempre por inmersión. De esta manera:

1º Al estar arriba se significa la unión el Padre y por eso se dice aquí "En el nombre del Padre"... VIDA
2º Al sumergirse se significa la muerte de Cristo y también nuestra "muerte simbólica" al pecado, por eso se dice aquí "en el nombre del Hijo". MUERTE
3º Finalmente se dice "en en el nombre del Espíritu Santo", justo en el momento en que ese emerge del agua. 
Aquí se significa la resurrección de Jesús. RESURRECCIÓN.

El que es bautizado comienza a vivir una vida nueva en Cristo: Cristo vive en él y él en Cristo. Todos los bautizados hemos podido oír la voz del Padre y ver la paloma sobre la Cabeza de Jesús. Al recibir el Espíritu Santo comenzamos a vivir una vida nueva, pero antes es preciso que muramos con Cristo. ¿Cómo morimos? Pues morimos al pecado, es decir, queremos ser buenos Hijos de Dios nacidos en el Bautismo.

Los que hemos sido bautizados comenzamos a vivir una vida nueva aquí en la Tierra por la fe y, en el Cielo, por la gloria. De hecho el Bautismo significa nuestra Resurrección final en Cristo, como vemos ahora en las fórmulas de la fe que tocan para hoy.

FÓRMULAS DE LA FE


45. ¿Qué quiere decir "creo en la resurrección de la carne"?

Quiere decir que creemos que, como Cristo resucitó, también nosotros resucitaremos con nuestro cuerpo al final de los tiempos, cuando Cristo vuelva en su gloria.

46. ¿Qué es el Cielo?

El Cielo es la felicidad de la que gozan los hombres que ya están con Dios para siempre

lunes, 29 de noviembre de 2010

Sesión 5º de Jesús es el Señor: El amor de Dios es más fuerte que el pecado

El árbol de la vida
Dios es un Padre bueno. Creó el mundo como un paraíso maravilloso en el que no había sufrimientos ni dolores de ningún tipo. El paraíso terrenal era un lugar estupendo en el que vivían Adán y Eva y en el que a Dios le gustaba ir con frecuencia a pasear.

En medio del paraíso había dos árboles.

El árbol de la Vida. Sus frutos eran muy sabrosos y quienes los comían vivían eternamente. El árbol de la Vida significaba el amor de Dios en los corazones de los hombres. Quien está unido a Dios vive eternamente.

El árbol de la ciencia del bien y del mal. El fruto de este árbol estaba prohibido a Adán y a Eva. Era la única cosa que les estaba prohibida. Este árbol significa la relación que hay entre Dios y nosotros: nosotros somos criaturas de Dios y debemos respetar las cosas, como regalos de Dios (como ya vimos en la anterior sesión). No somos dioses, somos criaturas.

El diablo está siempre queriendo dividir y separar a los hombres de Dios. Así que un día tentó a Adán y a Eva para que comieran del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal. Primero comió Eva, que después pasó la fruta a Adán. Entonces cometieron el primer pecado de la Historia humana. Se enemistaron con Dios y sufrieron las consecuencias del pecado: experimentaron la muerte, sus cuerpos se hicieron más pesados y podían sufrir dolores físicos, se volvieron egoístas e inclinados a cometer más pecados. Así nacemos todos los hombres y mujeres, descendientes de Adán y Eva. A esto se le llama el pecado original.

En esta imagen que vemos a la derecha, está representado el árbol de la vida: la muerte (el esqueleto) ha talado el árbol y el diablo tira de él con una soga para derribarlo. Sin embargo, Jesús está ahí para recordarnos que El es nuestro salvador.

En la Biblia se explica que Adán y Eva fueron expulsados del Paraíso, pero quizá sería más exacto decir que fue Dios el que resultó arrojado fuera del Paraíso. Adán y Eva prefirieron más al demonio al dejarse convencer por él y al desobedecer a Dios.

Y el Paraíso terrenal dejó de ser un paraíso para convertirse en un mundo oscuro y frío.

En este mundo los hijos de Adán viven y mueren, sin embargo, Dios envió a su Hijo al mundo para que todos los que creyeran en Él no murieran sino que tuvieran la vida eterna.

Jesús nos muestra que el Amor de Dios es mucho más fuerte que el pecado. A nosotros, los pecados nos separan de los demás y nos cuesta mucho perdonar y pedir perdón. En cambio, Jesús tiene un corazón que perdona siempre a todos. Su amor es infinito y no termina nunca.


LAS FÓRMULAS DE LA FE.(página 137)

4. ¿Cómo nacemos a la vida cristiana?

Nacemos a la vida cristiana por el don de la fe y del Bautismo, en la Iglesia?

5. ¿Cómo aprendemos a vivir como cristianos?


Aprendemos a vivir como cristianos escuchando la Palabra de Dios, celebrando la Eucaristía y amándonos como Jesús nos enseñó.

domingo, 28 de noviembre de 2010

PRIMERA SEMANA DE DICIEMBRE - Padres de 3º - Sesión 27

La síntesis final de la sesión 27 de Jesús es el Señor reza así:

LA IGLESIA ANUNCIA EL EVANGELIO A TODOS LOS HOMBRES.

El Evangelio es la Buena Nueva, la Gran Noticia. Así como Dios ha enviado a su Hijo para darnos noticia de que somos llamados a ser hijos de Dios, así nosotros hemos sido enviados por Jesucristo a dar esta buena noticia a todos los hombres. Hoy, padres de familia, podéis dar esta noticia a vuestros hijos.

Quizá te sirva este enlace sobre cómo conducir a los hijos al Cielo, casi sin que se den cuenta: El Universo familiar

En esta semana podríais enseñar a rezar el Angelus a vuestros hijos. Quizá puedes rezarlo -sólo durante esta semana- con ellos por la noche, junto a sus oraciones habituales. Esta preciosa oración se suele rezar a las 12 del mediodía, pero tampoco pasará nada si la rezas al acostarlos.


El Ángel del Señor anunció a María;
Y concibió por obra del Espíritu Santo.
Dios te salve, María......
Aquí está la esclava del Señor;
Hágase en mi según tu palabra.
Dios te salve, María ......
Y el Hijo de Dios se hizo hombre;
Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María ......
Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
Dios te salve, María....


Oración: Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos, por su pasión y su cruz, y con la intercesión de la Virgen María, a la gloria de la resurrección.
Por Jesucristo, Nuestro Señor.  Amén.

PRIMERA SEMANA DE DICIEMBRE - Padres de 2º - Sesión 6ª

La síntesis final de esta sexta sesión de Jesús es el Señor es también muy importante:

LA ALIANZA DE DIOS CON LOS HOMBRES DURARÁ SIEMPRE

La oración que hay que enseñar a los niños en esta semana es la que rezamos todos los domingos en Misa: 

"Yo confieso, ante Dios todopoderoso
y ante vosotros hermanos, que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión.
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa,
por eso ruego a Santa María, siempre Virgen, 
a los Ángeles, a los Santos y a vosotros, hermanos, 
que intercedáis por mí ante Dios nuestro Señor".

Te puede ayudar a valorar los actos de contrición este enlace: un refrán gráfico.

lunes, 22 de noviembre de 2010

CUARTA SEMANA DE NOVIEMBRE - Padres de 2º - 5ª sesión

La síntesis final de la cuarta sesión es ésta:

DIOS ES FIEL A SU AMOR. ESTÁ SIEMPRE CERCA DE NOSOTROS PARA SALVARNOS.

La oración que deben de memorizar esta semana es muy sencilla: la oración al Espíritu Santo:

Ven, Espíritu Santo, ilumina nuestros corazones y llénalos con el fuego de tu amor

Quizá te puede ayudar este enlace: Que el fuego no se apague. 

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Llamados a colaborar en la Iglesia. Sesión 27 de "Jesús es el Señor"

En la ordenación, se invoca a los Santos para que le ayuden
Toda persona es un regalo que Dios hace a la Humanidad. Dios quiere a cada persona por lo que es, un ser capaz de amar. Jesucristo ha muerto para que todos los hombres y todas las mujeres puedan llegar a ser hijos de Dios. Cada persona vale toda la sangre de Cristo, porque por cada uno ha muerto Jesús.

Con el Bautismo, las personas se hacen hijos de Dios y cada fiel es un regalo para la Iglesia. Cada persona bautizada se llama fiel, porque ha recibido la fe y está llamada a seguir fielmente a Cristo. Cada persona bautizada -es decir, cada fiel-  tiene una vocación en la Iglesia, es decir, Dios quiere confiarle una misión en el mundo. ¿Cuál es esa misión? Es imposible decirlo, porque cada fiel tiene su propia vocación, su propia misión. Podría decirse que hay tantas vocaciones como personas. Cada uno tiene la suya. Todas son importantes porque Dios llama a todos a la perfección cristiana.

Ya vimos en la anterior sesión que Jesús se hace presente principalmente en los Sacramentos y de modo muy especial en la Eucaristía.

¿Sabes quiénes son?
Hay dos sacramentos muy importantes desde el punto de vista de la vocación cristiana. Son los sacramentos instituidos por Jesús para servir a los demás, es decir, para vivir una entrega a la Iglesia. Se trata


  1. del sacramento del Orden sagrado, por el que algunos fieles viven el sacerdocio de Cristo, es decir, dedican su vida entera para dar a la Iglesia los sacramentos y, en especial, la Eucaristía y la Confesión. Los sacerdotes católicos no se casan, para poder servir con todas sus fuerzas y con todo su corazón a los demás hombres. 
  2. del sacramento del Matrimonio, que es un gran Sacramento del que nacen las familias. El hombre y la mujer se entregan recíprocamente el uno al otro para constituir una familia, para ayudarse recíprocamente y a los hijos que Dios les confíe a ser santos e ir al cielo. Con el Sacramento Dios les ayuda a ser santos en el cumplimiento de los deberes de esposos y padres. 
Además de estos dos sacramentos existen en la Iglesia LOS CARISMAS. ¿Qué es un carisma? Un carisma es un don o regalo especial que Dios da a una persona, pero se lo da no para él mismo, es decir, no para que se lo quede egoístamente. El carisma es un regalo de Dios para que el que lo reciba lo ponga al servicio de los demás. Todos tenemos carismas: unos son inteligentes, otros buenos jugadores de fútbol, otros generosos, otros muy divertidos que alegran la vida a los demás, otros saben escuchar y son muy buenos amigos. 

¿Qué tienes que no hayas recibido? Y si lo has recibido, sin merecerlo y gratuitamente, ¿cómo es que no se lo agradeces a Dios? Hay que aprender a dar gracias a Dios todos los días por los dones que hemos recibido. La mejor manera de dar gracias es participar bien y atentamente en la celebración de la Eucaristía. (Eucaristía significa acción de gracias).

En la Iglesia hay carismas muy importantes:

Unos han recibido el don de enseñar a los demás el camino al cielo: son los Pastores y Doctores de los que nos acordamos en la Misa cuando fueron santos. 

Otros dedican su vida a cuidar a los enfermos.

Otros dedican su vida a los enseñar y educar a los niños. 

Otros se ocupan de los ancianos.

Otros van a predicar el Evangelio a los países que no conocen a Cristo: se les llama misioneros. 

FÓRMULAS DE LA FE

43. ¿Por qué decimos que la Iglesia es nuestra Madre?

Decimos que la Igleisa es nuestra Madre porque ella nos hace hijos de Dios por el Bautismo, nos alimenta con el Pan de la Palabra y de la Eucaristía y nos ayuda a crecer en la vida cristiana.

44. ¿Cuál es la misión de la Iglesia?

La misión de la Iglesia es continuar la obra de Jesús en el mundo hasta el final de los tiempos?


lunes, 15 de noviembre de 2010

La Creación es obra del Amor de Dios: 4ª sesión de Jesús es el Señor

La creación es un regalo de Dios a los hombres. Un regalo de amor.

Esto significa que en la Creación hay dos tipos de seres:

Personas: somos nosotros, los hombres, y los ángeles. A las personas Dios las ha creado para unirse a ellas, para el Cielo. A las personas Dios las ama por lo que son y no por otros motivos. Eso es lo que pasa en las familias, en las que los hijos son amados por lo que son y no por lo que tienen o por lo que sirven, por su utilidad. 

Cosas: son todos los demás seres materiales, que nada tienen de espíritu. A las cosas -todas, incluidos los animales- Dios las ha creado como un regalo para nosotros. 

Los hombres hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios. Por varios motivos:

1. Porque tenemos inteligencia y voluntad, y por lo tanto somos capaces de amar.

2. Porque al amar podemos unirnos a Dios y ser como El, una familia: el Padre, el hijo y el Espíritu Santo son un solo Dios y tres Personas divinas. 


Dios ha creado todas las cosas de la nada, es decir, sin utilizar nada para hacerlo. 

Los hombres y las mujeres no hemos sido creados para estar en esta tierra nuestra, como los caballos del campo de al lado de Torrevelo, sino que hemos sido creados para la eternidad, para la vida feliz del Cielo.

Las personas somos como las semillas, explica san Pablo. Cuando se entierra una semilla, parece que muere, pero al poco tiempo surge de la tierra una nueva realidad. Si la semilla es de árbol, lo que surgirá allí será un gran árbol. Las personas humanas, que son mortales, no desaparecen. Sus cuerpos se corrompen bajo el suelo, pero sus almas subsisten porque son espirituales. Al final de los tiempos todos los cuerpos resucitarán y serán vivificados por el Espiritu Santo. Entre lo que seremos al final de los tiempos y lo que somos ahora hay tanta diferencia como existe entre una semilla y un gran roble. 

Mientras vivimos en la tierra, la Creación se nos ha regalado para que nosotros la cuidemos, la cultivemos y la hagamos más hermosa. Eso es lo que hacen los jardineros con las plantas: siembran, riegan, abonan, podan, preparan la tierra. 

TERCERA SEMANA DE NOVIEMBRE - Padres de 2º - Cuarta sesión

La síntesis final de la cuarta sesión de Jesús es el Señor es también muy sencilla y fundamental.

DIOS ES PADRE TODOPODEROSO, CREADOR DEL CIELO Y DE LA TIERRA





Otra manera de comenzar el día: enséñale un ofrecimiento de obras clásico:


"¡Oh Señora mía! 
¡Oh Madre mía! 
Yo me ofrezco enteramente a ti 
y en prueba de mi filial afecto 
te consagro en este día, 
mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; 
en una palabra, todo mi ser. 
Ya que soy todo tuyo 
Oh Madre de bondad, 
guárdame y defiéndeme 
como cosa y posesión tuya. Amén".

Si quieres buscar motivos y trucos para que tus hijos se acuerden todas las mañanas de ofrecer al Señor sus obras, pueden ayudarte estos enlaces:

Quizá le pueda ayudar a tu hijo: 

TERCERA SEMANA DE NOVIEMBRE - Padres - Sesión 27

En esta semana la síntesis final de la sesión 27 de Jesús es el Señor es:

LA IGLESIA ANUNCIA EL EVANGELIO A TODOS LOS HOMBRES

Los padres enseñarán a sus hijos los Mandamientos de la Iglesia, para que los aprendan de memoria:

  1. Oír Misa entera todos los domingos y fiestas de guardar
  2. Confesar los pecados mortales al menos una vez al año, en peligro de muerte y si se ha de comulgar
  3. Comulgar al menos por Pascua de Resurrección
  4. Ayunar y abstenerse de comer carne cuando lo manda la Santa Madre Iglesia
  5. Ayudar a la Iglesia en sus necesidades

martes, 9 de noviembre de 2010

Nos encontramos con Jesús Resucitado en los Sacramentos. Sesión 26 de Jesús es el Señor

Jesús les dijo una vez a sus discípulos: "Os conviene que  yo me vaya, porque si no me voy no podrá venir a vosotros el Espíritu Santo".

Mientras Jesús estuvo en la tierra, sólo unos pocos hombres podían verlo y tocarlo, sólo aquellos que estaban cerca de su cuerpo mortal. Para poder estar con todos los hombres y estar cerca de cada uno y de cada una, en cualquier lugar del universo y en cualquier momento de la Historia, era necesario que muriera, resucitara y enviara su Espíritu Santo. ¿Por qué? Porque a partir de ese momento, el verdadero cuerpo de Cristo es la Iglesia (lo hemos visto en la sesión anterior) de manera que El realmente está en nosotros, actúa en nosotros y por medio de nosotros.

¿Cómo se hace eso?

De varias maneras está presente Jesucristo en su Iglesia. Veamos los principales modos de presencia:

  1. Jesús está presente especialmente y de modo principal en la Eucaristía: escondido bajo las apariencias del pan y del vino, se encuentra Jesús con su "Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad". No es un símbolo el pan, sino un sacramento que nos indica la presencia real de Cristo bajo las especies sacramentales. La Eucaristía es el principal de los sacramentos cristianos, porque en ella se nos entrega al Autor de la gracia y no sólo la gracia como sucede en los otros sacramentos. 
  2. Jesús está presente en los cristianos, pues cada uno de los creyentes es templo del Espíritu Santo, que es el Espíritu de Jesús. Esta presencia se produce en la medida en que la persona está en gracia de Dios y no lo ha expulsado de su alma mediante el pecado mortal.
  3. Jesús está presente en todas las celebraciones litúrgicas mediante las que se administran los sacramentos. En estos signos sagrados instituidos por Cristo, es Él quien se hace presente: en el agua del Bautismo, en el santo crisma de la Confirmación, en la imposición de manos de los sacramentos del Orden, en la unción de los enfermos y en la absolución de los pecados, en la entrega de los esposos en el día de su boda. Siempre es Cristo quien actúa su salvación. 
  4. Jesús está presente en medio de su Iglesia allí donde dos o más se pongan de acuerdo y recen en nombre de Cristo. No importa el lugar en donde lo hagan, lo importante es que recen juntos y allí estará Jesús en medio de ellos. 
  5. Jesús está en los enfermos y en quienes sufren, como nos enseñó en la parábola del juicio final, en el Evangelio de san Mateo capítulo 25, que te aconsejo te leas para podérsela contar a los niños. Esta parábola termina con estas palabras estupendas: 


“¡Venid, benditos de mi Padre! Heredad el reino que ha sido preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recibisteis; estuve desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis a mí.”. Entonces los justos le responderán diciendo: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te sustentamos, o sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero y te recibimos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y fuimos a ti?”. Y respondiendo el Rey les dirá: “De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis.”


Esta semana los niños deberán aprender estas dos fórmulas de la Fe:

41. ¿Qué es la Iglesia?

La Iglesia es la gran familia de los que creen en Jesús y lo siguen; unida por los mismos Sacramentos, tiene como Pastores a los sucesores de los Apóstoles.

42. ¿Por qué decimos que la Iglesia es el nuevo Pueblo de Dios?

La Iglesia es el nuevo Pueblo de Dios porque, guiada por el Espíritu Santo, camina hacia Dios Padre con Jesucristo, el Señor

lunes, 8 de noviembre de 2010

SEGUNDA SEMANA DE NOVIEMBRE - Padres de 3º - Sesión 26ª del Catecismo

La síntesis final de la 26ª sesión de Jesús es el Señor nos recuerda:

CUANDO LOS SACERDOTES CELEBRAN LOS SACRAMENTOS ES CRISTO QUIEN ACTÚA


En esta semana convendrá repasar con tus hijos los 10 Mandamientos de la Ley de Dios.



  1. Amarás a Dios sobre todas las cosas
  2. No tomarás el nombre de Dios en vano
  3. Santificarás las fiestas
  4. Honrarás a tu padre y a tu madre
  5. No matarás
  6. No cometerás actos impuros
  7. No robarás
  8. No dirás falso testimonio ni mentirás
  9. No consentirás pensamientos ni deseos impuros
  10. No codiciarás los bienes ajenos

SEGUNDA SEMANA DE NOVIEMBRE - Padres de 2º - Sesión 3ª del Catecismo

La síntesis final de esta primera semana de noviembre es tan sencilla como importante:

TODO LO QUE DIOS HA QUERIDO DECIRNOS, NOS LO HA DICHO EN JESUCRISTO

El lógico, puesto que Cristo es el Verbo, es decir, la Palabra de Dios hecha carne. Cristo nos habla de su Padre con un lenguaje que es inteligible por nosotros puesto que también es Perfecto Hombre. 

Los días 1 y 2 de noviembre se celebran, respectivamente, la solemnidad de todos los Santos y la memoria de los difuntos. Es una buena ocasión para hablarles a los hijos de las postrimerías, es decir, de las verdades últimas: la muerte, el juicio, el purgatorio, el infierno y el Cielo. 

También podéis explicar la costumbre de rezar por los difuntos, especialmente por los de la propia familia. La oración y el sacrificio de los vivos puede ser de ayuda para la purificación de los difuntos que todavía no han alcanzado la gloria del Cielo y están en ese estado de purificación que se conoce como Purgatorio. 

Existe también la tradición de que las almas del Purgatorio pueden merecer para nosotros, es decir, pueden ser intercesoras ante Dios de nuestras necesidades y peticiones. San Josemaría las llamaba "MIS BUENAS AMIGAS LAS ALMAS DEL PURGATORIO": no sólo rezaba por ellas, sino que además estaba convencido de que a él le hacían muchos favores de todo tipo. 

domingo, 7 de noviembre de 2010

Sesión 3ª: Dios nos habla: la Palabra de Dios

Playa de los locos. Suances
La Palabra de Dios no es como las palabras humanas, que se las lleva el viento.

Cuando Dios habla, su Palabra hace que las cosas existan. Y dijo Dios: - Hágase la luz, el cielo, las estrellas.
De esta manera, Dios nos habla a través de las maravillas de la Creación: las preciosas playas de Suances o del Sardinero, los caballos que están pastando a unos metros de aquí, la belleza de un cielo estrellado en una noche de verano. Hubo una vez una muchacha africana que fue capturada por los traficantes de esclavos y llevada esclava en barco hacia Europa. En el mar, ante una puesta de sol, santa Bakhita descubrió la existencia de Dios creador y decidió ofrecerle su vida. Dios le habló a través de la belleza del mar y del cielo.



El profeta Jeremías llora la destrucción de Jerusalén
Dios habló también con palabras a los patriarcas y a los profetas e intervino de muchas manera para decirle a su Pueblo la grandeza de su amor. Las palabras de los profetas se cumplían siempre porque eran los portavoces, es decir, los representantes de Dios: los profetas hablaron muchas cosas del Mesías, que se cumplieron en la vida de Jesús. Los profetas eran hombres de Dios y transmitían la palabra de Dios a su pueblo.

Dios siempre cumple su Palabra, porque es fiel y es la Verdad. En Dios nunca hay mentira ni engaño. Siempre cumple sus promesas. La principal promesa fue la venida del Salvador, también llamado Mesías. Todo lo que prometió se cumplió en la persona de Jesucristo.

Estas palabras y estos hechos se recogieron en muchos libros, que todos junto forman un solo gran libro llamado la Biblia, que está dividido en dos grandes partes: Antiguo Testamento y Nuevo Testamento.

Todo el Antiguo Testamento es preparación del Nuevo. En realidad, todo lo que Dios tenía que decir lo ha dicho de una sola vez en Jesucristo. Jesús es la Palabra de Dios hecha carne. Esto lo rezamos en el Angelus todos los días: el Verbo, es decir, la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Todas las cosas que hizo Jesús en la tierra desde los primeros llantos hasta los grandes milagros fueron expresión de la Palabra de Dios. Todos esos hechos y enseñanzas se recogieron en el Nuevo Testamento.

Así que la Persona del Verbo eterno de Dios es la Palabra de Dios hecha carne. Por eso, porque es Jesús quien nos habla, podemos entender perfectamente lo que Dios quiere decirnos. Pero es necesario que al escuchar el Evangelio o la Vida de Jesús tengamos el corazón bien abierto.
Desde el ambón se proclama la Palabra de Dios

Escuchamos la Palabra de Dios especialmente cuando en la Santa Misa es proclamada desde el ambón.

El Verbo es la Palabra de Dios que se proclama en la Santa Misa para que tú la oigas y, oyéndola, Cristo se encarne en tu corazón.

Te habrás dado cuenta de que en la Santa Misa, hay un momento en el que el Sacerdote se sienta y uno de los fieles sube al presbiterio (el presbiterio es la zona de la Iglesia donde está el altar y que está destinada a los sacerdotes o presbíteros) y abre un libro grande.

Ese libro grande se llama Leccionario y contiene los textos de las Sagradas Escrituras que tienen que ser leídos en la liturgia de la Palabra en la Santa Misa.

El leccionario se encuentra en el ambón. El lector abre el libro y lee las lecturas que estén previstas para esa celebración. Al acabar de leer, dice en alta voz:

− «Palabra de Dios».

Y el pueblo responde: − «Te alabamos, Señor»

Este es un momento importante. Dios te está hablando a ti. Y si tú escuchas con atención y devoción, es decir, queriendo comprender y amar lo que se está leyendo, entonces el Verbo de Dios −la Palabra de Dios− se encarna en ti. Cristo vive en tu corazón y tú te divinizas.

Ahora comprenderás mejor que en las iglesias el ambón tiene mucha importancia. En algunas fiestas solemnes, el ambón se inciensa en el momento en que se va a proclamar el Evangelio.

El altar es la mesa del pan de Cristo. El ambón es la mesa de la Palabra de Dios. Hay sólo una Eucaristía. Aunque tú no puedas comulgar todavía, ya puedes ir a Misa y prestar atención a las lecturas. No puedes comulgar el cuerpo de Cristo, pero sí puedes comulgar la Palabra de Cristo.

Te propongo un plan

· Cada vez que vayas a Misa pregúntate: ¿De qué nos va a hablar hoy Dios en la liturgia de la Palabra? ¿Qué querrá Dios de mí?

· No te sorprendas. Las Sagradas Escrituras hablan de Cristo. Y como la Palabra de Dios ha de encarnarse en tu corazón, para que tú seas también Cristo, se puede decir que las Sagradas Escrituras hablan de ti cada vez que celebras la liturgia de la Palabra.

· Cada vez que salgas de la iglesia, después de haber celebrado la Eucaristía, pregúntate: ¿De qué han hablado hoy las Lecturas de la Misa y el Evangelio?

Si no logras acordarte de nada, pregúntate si es porque has estado distraído o porque no has logrado entender lo que se decía. En el primer caso, pídele perdón a Jesús. Dios te ha hablado y tú estabas distraído o, peor todavía, quizá estabas distrayendo a los demás. Si has prestado atención y no has entendido, entonces pídeles a tus papás que te expliquen las lecturas.

Si te fueras de la Santa Misa sin haber entendido nada de lo que Dios te quiere decir, es como si te hubieras quedado sin el alimento que Él quiere darte.

Si eso ocurriera todas las semanas, entonces no podrías crecer. Podrías quedarte con una fe raquítica.

LAS FÓRMULAS DE LA FE PARA QUE MEMORICES

1. ¿Eres cristiano? Sí, soy cristiano por la gracia de Dios.

2. ¿Qué es la gracia? La gracia es la participación en la vida de Dios. Es la ayuda que Dios nos da para responder a su llamada.

3. ¿Quién es cristiano? Es cristiano quien cree en Jesucristo y ha recibido el Bautismo.




martes, 2 de noviembre de 2010

SESIÓN 25 DE JESUS ES EL SEÑOR. Hoy, nosotros somos la Iglesia

La Iglesia no está hecha de ladrillos sino de personas. Dios está en medio de su Pueblo. San Juan escribió y nosotros lo repetimos todos los días en el rezo del Angelus:

El Verbo se hizo carne y puso su tienda entre nosotros.

¿Qué significan estas palabras? Que así como el Espíritu de Dios estaba siempre con su pueblo en el desierto en forma de nube o de columna de fuego, así ahora el Espíritu Santo está en los corazones de todos los fieles, haciendo que todos seamos el Cuerpo de Cristo y, por tanto, su Tienda o su Templo Santo.

En otras religiones, como las de los egipcios, por poner un ejemplo, los creyentes van a rezar a un templo porque creen que allí está Dios. Pero Dios no está en casas hechas por manos de hombres. Dios Creador del Cielo y de la Tierra vive en el Cielo y ahora vive en su Iglesia, desde que el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros.

Dios quiso que Moisés edificara una tienda, que se llamó Tienda de la Morada o del Encuentro o también Tabernáculo, que estaba dividido en tres grandes partes: El Atrio (representa el mar), el Santo (representa la tierra) y el Santo de los Santos (representa el Cielo). En el Santo de los Santos sólo podía entrar una vez al año el sumo Sacerdote para ofrecer un sacrificio de perdón de los pecados del pueblo. Toda la vida religiosa del pueblo de Israel se desarrollaba en el Tabernáculo, sobre el que se posaba siempre, día y noche, una nube.

Dios quiso que hubiera una Tienda para significar que Él lo que quiere es estar con su pueblo allí donde se encuentre, pues el pueblo era nómada mientras estaban de camino hacia la Tierra Prometida cruzando el desierto. Cuando llegaron a conquistarla, Dios no quería estar en un lugar permanente. Sin embargo, Salomón quiso construir el gran Templo de Jerusalén, siguiendo el mismo modelo y división de estancias que en el Tabernáculo.

Maqueta del templo de Salomón en Jerusalén
Para los judíos ese Templo era muy importante, tanto que llegaron a convertirlo en un ídolo sustitutivo de Dios y luego no supieron reconocer al Mesías cuando estuvo entre ellos. Por eso, Jesús vaticinó la destrucción del Templo y anunció la creación del nuevo y verdadero templo de Dios que es la Iglesia, el cuerpo místico de Cristo.

Efectivamente, la Iglesia (con mayúscula) no es un templo material, sino que es el mismo Pueblo de Dios esparcido por el mundo entero. Es la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica, es decir, la convocación o congregación de todos los creyentes  en Cristo.
Parroquia de santa Lucía, en Santander
Entonces, si la Iglesia (con mayúscula) no está hecha de piedras sino de corazones, ¿porqué los católicos también construimos nuestras iglesias (con minúscula)? Buena pregunta. Los católicos vivimos en todo el mundo, pero nos reunimos en comunidad para celebrar la Santa Misa o Eucaristía, especialmente los domingos o día del Señor. Y para reunirnos necesitamos un espacio adecuado. Así en cada pueblo o en cada barrio de las ciudades los creyentes se reúnen en sus parroquias.

En las iglesias, los fieles se reúnen con el sacerdote para celebrar la Eucaristía.

Catedral de Santander, restaurada
Las diócesis son las comunidades eclesiales mayores: a la cabeza está un Obispo, que es sucesor de los Apóstoles, y que junto a sus sacerdotes gobierna una porción del Pueblo de Dios. En las diócesis suelen existir una iglesias más grandes -llamadas catedrales- en las que se simboliza o representa la diócesis o iglesia particular.

San Juan de Letrán, en Roma
Todas las iglesias particulares están unidas en comunión de fe y de sacramentos formando la Única Iglesia de Cristo, que tiene por cabeza al Papa, sucesor de san Pedro. El Papa es el Obispo de Roma y la catedral de Roma es la iglesia cabeza de toda la cristiandad. Esa iglesia está dedicada a san Juan.

Pero que quede claro que estas iglesias son sólo un símbolo de la Única Iglesia de Cristo, constituida por la comunión de los creyentes (la fe) en comunión con el Papa y los Obispos (comunión jerárquica) y participando de los Sacramentos (comunión de los sacramentos).

El Obispo de Santander se llama don Vicente y en esta imagen le puedes ver sentado en la sede episcopal, es decir, el asiento desde el que gobierna a su Iglesia particular.En esta ceremonia está consagrando los sagrados óleos, con los que se confecciona la materia de algunos sacramentos cristianos: el bautismo, la confirmación, la unción de enfermos y el sacerdocio.Esta consagración se realiza durante la misa crismal por la mañana del Jueves Santo.



Benedicto XVI, sentado en su Sede
En esta otra imagen puedes ver al Papa Benedicto XVI sentado también en su sede, desde la que gobierna a toda la Iglesia Católica. Por eso se denomina Santa Sede al gobierno de la Iglesia católica, porque todos los católicos nos sentimos representados por el Papa, que es el Vicario o Representante de Cristo en la Tierra.

Pero también debe de quedar muy claro a todos que la Iglesia no son los Obispos y los sacerdotes, sino todos los creyentes en Cristo Jesús. Todos debemos de sentir la responsabilidad de que la Iglesia sea respetada y pueda cumplir su misión en el mundo.