lunes, 29 de noviembre de 2010

Sesión 5º de Jesús es el Señor: El amor de Dios es más fuerte que el pecado

El árbol de la vida
Dios es un Padre bueno. Creó el mundo como un paraíso maravilloso en el que no había sufrimientos ni dolores de ningún tipo. El paraíso terrenal era un lugar estupendo en el que vivían Adán y Eva y en el que a Dios le gustaba ir con frecuencia a pasear.

En medio del paraíso había dos árboles.

El árbol de la Vida. Sus frutos eran muy sabrosos y quienes los comían vivían eternamente. El árbol de la Vida significaba el amor de Dios en los corazones de los hombres. Quien está unido a Dios vive eternamente.

El árbol de la ciencia del bien y del mal. El fruto de este árbol estaba prohibido a Adán y a Eva. Era la única cosa que les estaba prohibida. Este árbol significa la relación que hay entre Dios y nosotros: nosotros somos criaturas de Dios y debemos respetar las cosas, como regalos de Dios (como ya vimos en la anterior sesión). No somos dioses, somos criaturas.

El diablo está siempre queriendo dividir y separar a los hombres de Dios. Así que un día tentó a Adán y a Eva para que comieran del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal. Primero comió Eva, que después pasó la fruta a Adán. Entonces cometieron el primer pecado de la Historia humana. Se enemistaron con Dios y sufrieron las consecuencias del pecado: experimentaron la muerte, sus cuerpos se hicieron más pesados y podían sufrir dolores físicos, se volvieron egoístas e inclinados a cometer más pecados. Así nacemos todos los hombres y mujeres, descendientes de Adán y Eva. A esto se le llama el pecado original.

En esta imagen que vemos a la derecha, está representado el árbol de la vida: la muerte (el esqueleto) ha talado el árbol y el diablo tira de él con una soga para derribarlo. Sin embargo, Jesús está ahí para recordarnos que El es nuestro salvador.

En la Biblia se explica que Adán y Eva fueron expulsados del Paraíso, pero quizá sería más exacto decir que fue Dios el que resultó arrojado fuera del Paraíso. Adán y Eva prefirieron más al demonio al dejarse convencer por él y al desobedecer a Dios.

Y el Paraíso terrenal dejó de ser un paraíso para convertirse en un mundo oscuro y frío.

En este mundo los hijos de Adán viven y mueren, sin embargo, Dios envió a su Hijo al mundo para que todos los que creyeran en Él no murieran sino que tuvieran la vida eterna.

Jesús nos muestra que el Amor de Dios es mucho más fuerte que el pecado. A nosotros, los pecados nos separan de los demás y nos cuesta mucho perdonar y pedir perdón. En cambio, Jesús tiene un corazón que perdona siempre a todos. Su amor es infinito y no termina nunca.


LAS FÓRMULAS DE LA FE.(página 137)

4. ¿Cómo nacemos a la vida cristiana?

Nacemos a la vida cristiana por el don de la fe y del Bautismo, en la Iglesia?

5. ¿Cómo aprendemos a vivir como cristianos?


Aprendemos a vivir como cristianos escuchando la Palabra de Dios, celebrando la Eucaristía y amándonos como Jesús nos enseñó.

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