martes, 2 de noviembre de 2010

SESIÓN 25 DE JESUS ES EL SEÑOR. Hoy, nosotros somos la Iglesia

La Iglesia no está hecha de ladrillos sino de personas. Dios está en medio de su Pueblo. San Juan escribió y nosotros lo repetimos todos los días en el rezo del Angelus:

El Verbo se hizo carne y puso su tienda entre nosotros.

¿Qué significan estas palabras? Que así como el Espíritu de Dios estaba siempre con su pueblo en el desierto en forma de nube o de columna de fuego, así ahora el Espíritu Santo está en los corazones de todos los fieles, haciendo que todos seamos el Cuerpo de Cristo y, por tanto, su Tienda o su Templo Santo.

En otras religiones, como las de los egipcios, por poner un ejemplo, los creyentes van a rezar a un templo porque creen que allí está Dios. Pero Dios no está en casas hechas por manos de hombres. Dios Creador del Cielo y de la Tierra vive en el Cielo y ahora vive en su Iglesia, desde que el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros.

Dios quiso que Moisés edificara una tienda, que se llamó Tienda de la Morada o del Encuentro o también Tabernáculo, que estaba dividido en tres grandes partes: El Atrio (representa el mar), el Santo (representa la tierra) y el Santo de los Santos (representa el Cielo). En el Santo de los Santos sólo podía entrar una vez al año el sumo Sacerdote para ofrecer un sacrificio de perdón de los pecados del pueblo. Toda la vida religiosa del pueblo de Israel se desarrollaba en el Tabernáculo, sobre el que se posaba siempre, día y noche, una nube.

Dios quiso que hubiera una Tienda para significar que Él lo que quiere es estar con su pueblo allí donde se encuentre, pues el pueblo era nómada mientras estaban de camino hacia la Tierra Prometida cruzando el desierto. Cuando llegaron a conquistarla, Dios no quería estar en un lugar permanente. Sin embargo, Salomón quiso construir el gran Templo de Jerusalén, siguiendo el mismo modelo y división de estancias que en el Tabernáculo.

Maqueta del templo de Salomón en Jerusalén
Para los judíos ese Templo era muy importante, tanto que llegaron a convertirlo en un ídolo sustitutivo de Dios y luego no supieron reconocer al Mesías cuando estuvo entre ellos. Por eso, Jesús vaticinó la destrucción del Templo y anunció la creación del nuevo y verdadero templo de Dios que es la Iglesia, el cuerpo místico de Cristo.

Efectivamente, la Iglesia (con mayúscula) no es un templo material, sino que es el mismo Pueblo de Dios esparcido por el mundo entero. Es la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica, es decir, la convocación o congregación de todos los creyentes  en Cristo.
Parroquia de santa Lucía, en Santander
Entonces, si la Iglesia (con mayúscula) no está hecha de piedras sino de corazones, ¿porqué los católicos también construimos nuestras iglesias (con minúscula)? Buena pregunta. Los católicos vivimos en todo el mundo, pero nos reunimos en comunidad para celebrar la Santa Misa o Eucaristía, especialmente los domingos o día del Señor. Y para reunirnos necesitamos un espacio adecuado. Así en cada pueblo o en cada barrio de las ciudades los creyentes se reúnen en sus parroquias.

En las iglesias, los fieles se reúnen con el sacerdote para celebrar la Eucaristía.

Catedral de Santander, restaurada
Las diócesis son las comunidades eclesiales mayores: a la cabeza está un Obispo, que es sucesor de los Apóstoles, y que junto a sus sacerdotes gobierna una porción del Pueblo de Dios. En las diócesis suelen existir una iglesias más grandes -llamadas catedrales- en las que se simboliza o representa la diócesis o iglesia particular.

San Juan de Letrán, en Roma
Todas las iglesias particulares están unidas en comunión de fe y de sacramentos formando la Única Iglesia de Cristo, que tiene por cabeza al Papa, sucesor de san Pedro. El Papa es el Obispo de Roma y la catedral de Roma es la iglesia cabeza de toda la cristiandad. Esa iglesia está dedicada a san Juan.

Pero que quede claro que estas iglesias son sólo un símbolo de la Única Iglesia de Cristo, constituida por la comunión de los creyentes (la fe) en comunión con el Papa y los Obispos (comunión jerárquica) y participando de los Sacramentos (comunión de los sacramentos).

El Obispo de Santander se llama don Vicente y en esta imagen le puedes ver sentado en la sede episcopal, es decir, el asiento desde el que gobierna a su Iglesia particular.En esta ceremonia está consagrando los sagrados óleos, con los que se confecciona la materia de algunos sacramentos cristianos: el bautismo, la confirmación, la unción de enfermos y el sacerdocio.Esta consagración se realiza durante la misa crismal por la mañana del Jueves Santo.



Benedicto XVI, sentado en su Sede
En esta otra imagen puedes ver al Papa Benedicto XVI sentado también en su sede, desde la que gobierna a toda la Iglesia Católica. Por eso se denomina Santa Sede al gobierno de la Iglesia católica, porque todos los católicos nos sentimos representados por el Papa, que es el Vicario o Representante de Cristo en la Tierra.

Pero también debe de quedar muy claro a todos que la Iglesia no son los Obispos y los sacerdotes, sino todos los creyentes en Cristo Jesús. Todos debemos de sentir la responsabilidad de que la Iglesia sea respetada y pueda cumplir su misión en el mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario