lunes, 13 de diciembre de 2010

Crecemos en la vida de la fe: sesión 29 de "Jesús es el Señor"

El nombre de JESÚS significa: Dios salva.

El nombre de CRISTO significa el ungido. En la lengua de Jesús, el hebreo, esta palabra se decía así: Mesías. El Mesías, el Cristo, el Ungido es Jesús. Y por eso le llamamos también Jesucristo.

Ungir es untar con aceite. Para los antiguos el aceite tenía muchas utilidades:
El aceite se usaba para elaborar el pan

El aceite sirve para iluminar

Es un alimento sano
El aceite se usa para perfumar

El aceite es también medicina para el cuerpo
Los guerreros ungían sus cuerpos con aceite
















El aceite servia para la alimentación, condimentando muchos alimentos y usándose también para la elaboración del pan.

Servía para la iluminación de las casas y de las calles, cuando llegaba la noche y en general cuando reinaba la oscuridad.

Servía también para la medicina, pues algunas enfermedades del cuerpo se curaban mediante la unción de aceites o ungüentos.

Era muy preciado el aceite al que se añadían otras sustancias olorosas. Se conseguía así un perfume muy preciado para todo tipo de usos.


Los reyes y los sacerdotes solían emplear estos perfumes para conseguir un ambiente agradable al olfato. Los sacerdotes ungían los objetos de culto, pensando que eso sería agradable a Dios.

Los guerreros ungían sus cuerpos para ir a la guerra. Ese óleo les daba sensación de fuerza, pero sobre todo hacía que sus miembros fueran resbaladizos y eso era útil en el combate cuerpo a cuerpo.

El aceite producía una agradable sensación de alivio al tacto y al olfato.

Por todos esos motivos, los antiguos comenzaron a utilizar el óleo perfumado para ungir a los reyes, a los sacerdotes y a los profetas. Esa unción significaba que Dios estaría con ellos en el cumplimiento de su misión. El rey reinaría con el poder de Dios. El profeta hablaría la palabra de Dios. El sacerdote santificaría con la gracia de Dios.

Dios prometió que el Salvador sería el Mesías, es decir, un Rey descendiente de David, un Profeta que nos enseñaría el camino del Cielo y el Sumo Sacerdote de la Nueva Alianza. Jesús debería ser ungido por el Espíritu Santo y esa unción debería extenderse por todo su cuerpo, que es la Iglesia. Por eso los cristianos somos ungidos al recibir varios Sacramentos de la Iglesia: el Bautismo, la Unción de los Enfermos, el Sacerdocio y muy especialmente en el Sacramento de la Confirmación.

El Sacramento de la Confirmación nos confiere el mismo Espíritu de Cristo. Eso quiere decir que también nosotros somos OTROS CRISTOS, EL MISMO CRISTO. No sólo somos cristianos, sino que Cristo vive en nosotros por medio de sus Sacramentos. Este Sacramento es el segundo de los Sacramentos de la Iniciación cristiana, aunque por lo general se recibe después de la Eucaristía cuando se llega a la edad de la adolescencia.

El Obispo unge la frente del confirmando
Cuando un cristiano es confirmado al recibir el Sacramento de la Confirmación, el Espíritu Santo está en él de una manera nueva: este cristiano está preparado para ser luz del mundo -como una lámpara para guiar a los demás en el camino del cielo-; para ser testigo de Cristo y vencer las batallas de la fe -pues es un soldado de Cristo-; para ser el consuelo de Cristo para todas las personas que sufren, así como el aceite sana las enfermedades y alivia el dolor de las heridas; para ser el "buen olor de Cristo" mediante las buenas obras en un mundo en el que con frecuencia no se puede respirar por el hedor del pecado.



EJERCICIO PRÁCTICO Y SENCILLO

Ir a la cocina y traer un platito con unas gotas de aceite de oliva. Basta sólo unas gotitas. Después de haber explicado los distintos usos del aceite y su significado en el Sacramento, escoger a uno de los alumnos -el que se haya portado mejor- y untarle la cara con aceite. Su rostro se volverá resplandeciente: así hacen los actores en el teatro y en el cine, para salir a la escena y en la pantalla. 

FÓRMULAS DE LA FE


47. ¿Qué es el cielo?

El Cielo es la felicidad de la que gozan los hombres que están ya con Dios para siempre.

48. ¿Qué es el infierno?

El Infierno es el sufrimiento de los hombres que, después de la muerte, están separados de Dios para siempre. 



1 comentario:

  1. Excelente información, gracias!! Siempre aprendo algo con usted!! Bendiciones!

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