lunes, 11 de abril de 2011

Jesús es el Señor: Jesús pasa haciendo el bien



Cuando dos personas se quieren mucho procuran saber todo el uno del otro. Es normal, porque el amor une a las personas por el conocimiento y el querer. Se tratan para conocerse más y ese conocimiento lleva a que también se quieran más. 

Si somos amigos de Jesús lo lógico es que le tratemos más. 

¿Cómo vamos a tratarle si resulta que murió hace veinte siglos? ¿No es una locura pretender tratar a una persona que ya ha fallecido? Nadie en su sano juicio habla con los muertos. 

Aunque ya lo explicaremos mejor más tarde, ahora conviene decirte que, aunque Jesús murió en Jerusalén, sin embargo resucitó de entre los muertos al tercer día. Desde entonces, Jesús vive en su Iglesia y nosotros le podemos tratar a él personalmente. Porque no está muerto. Está vivo en el Cielo y también se ha quedado con nosotros. En otras ocasiones, más adelante, te explicaré cuáles son esas presencias de Jesús entre nosotros. Ahora sólo me interesa que sepas que Jesús vive y que, si le conoces mejor, también podrás tratarle y quererle más y más.

Los primeros cristianos recogieron todos los hechos y las enseñanzas de Jesús en unos libros que reciben el nombre de Nuevo Testamento. Así como todas las revelaciones de Dios a los hombres habían sido recogidas en el Antiguo Testamento, ahora en el Nuevo Testamento tenemos todo lo que Dios nos ha querido decir por medio de su Palabra hecha carne, su Hijo unigénito. Los primeros libros del Nuevo Testamento son los cuatro Evangelios: los Evangelios según san Mateo, san Marcos, san Lucas y san Juan. 

Los cuatro Evangelios nos cuentan la historia de Jesús desde que nació hasta que murió en Jerusalén. Allí podemos conocerle y saber qué hizo.

¿Cómo podríamos resumir de la mejor manera la vida de Jesús? Pues probablemente con las palabras del título de esta sesión: Jesús pasa por el mundo haciendo el bien. 

Esto no se puede decir de las demás personas. Todos los hombres venimos al mundo con el pecado original, que es una inclinación al mal por la que acabamos cometiendo pecados. Por eso todos los hombres somos pecadores. Es decir, hacemos cosas malas y dejamos de hacer cosas buenas.

Así que ahora comprendes lo impresionante que debe de ser la vida de una persona que hace todas las cosas bien. Nunca comete ningún pecado y es capaz de amar plenamente a todos los hombres que se cruzan en su vida. Lo hizo TODO bien. 

Aunque con estas palabras nos quedamos muy cortos, para expresar el ejemplo que nos ha dejado Jesús nuestro Señor:

1º. En primer lugar, todas sus acciones no eran sólo buenas sino santas. No sólo hacía el bien, sino que también hacia buenos a los que se cruzaban con Él, siempre que ellos lo permitían. Todas las cosas que hacía Jesús eran santas porque eran acciones realizadas por el Hijo de Dios y también porque en todas ellas manifestaba un Amor perfecto a su Padre y a todos con cuantos se cruzaba. 

2º Para mostrar lo que el Amor de Jesús hacía en el corazón de las personas que se encontraban con Él, primero les curaba las enfermedades del cuerpo: así, viendo lo que había hecho con sus cuerpos, comprendían que también les curaba las heridas del alma y les perdonaba los pecados. 

3º Después de cruzarse con Jesús, muchas personas comenzaban a vivir de una manera nueva. Se daban cuenta de que había llegado el Reino de Dios, porque ahora podían comportarse como hijos de Dios, se sentían libres de las ataduras del pecado, de las sugestiones del diablo y capaces de caminar en el seguimiento de Jesús. 

4º Su Amor se dirigía a todos, sin distinciones de raza, de sexo, de lengua o de nación. Pero quienes más experimentaron su predilección fueron los enfermos y los pobres.

El mayor bien que hizo Jesús fue con su muerte y su resurrección, porque así nos envió el Espíritu Santo. Al darnos el Espíritu Santo, que nos une a Jesús para siempre, hemos recibido la condición de Hijos de Dios. No hay mayor bien que éste, puesto que es Dios mismo quien se nos ha entregado en la Cruz. 

Gracias a Jesús, los hijos de Dios pueden hacer también cosas santas y ofrecer sacrificios agradables a Dios. 

Fórmulas de la Fe

35. ¿Por qué murió Jesús?

Jesús murió porque quiso ser fiel al plan que Dios Padre tenía de salvar a todos los hombres. Gracias a su vida y entrega en la Cruz, Dios Padre perdonó nuestros pecados y nos dio una nueva vida.

 36. ¿Qué quiere decir que Jesús resucitó de entre los muertos?

Quiere decir que Jesús, después de morir y ser sepultado, fue devuelto a la vida por el poder de Dios, su Padre, para no morir jamás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario